Puedo escribir hojas y hojas, pantallas y pantallas esta noche.
Puedo hacer las confesiones mas dolorosas o escribir los versos mas dulces.
Puedo comunicarme velozmente con los dedos.
Pero hablar... que complicado que es decir.
El merodeo ridiculo de la palabra hablada para llegar a un punto que no se atreve a revelar.
Ahora cualquiera se hace el cancherito frente a un teclado o con lápiz en mano, se es capaz de insultar cruelmente con la valentia que da el sonido insultador que no se escucha.
Se lee.
Podes cualquiera.
Podes hacer amigos y enemigos.
Declarar el amor o la guerra y hacerlos por escrito.
Eso de hablar es mas difícil.
Tenes que poner la cara, que a las palabras se las lleva el viento no simplifica el detalle de la cara al desnudo.
¿Me dijo o me escribió?
Se dicen un montón de cosas con la mirada que no se escriben, la caligrafía no es lo mismo que un guiño o una ceja alzada.
Te lo firmo y queda registrado, notariado con valor legal.
Te lo digo... ah... no es igual.
La valentía viene armada con espada y la cobardía se pertrecha con la pluma.
domingo, 11 de abril de 2010
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