martes, 7 de septiembre de 2010

Lo esperado

Pensas que queres algo, esperas que llegue eso que queres.
En el momento en que empezas a desear también esperar empezas a desesperar.
El tiempo corre mas lento con la desesperación.
El tiempo que corre solo con espera va mas despacio y aquí se nota la propiedad del tiempo de aumentar su viscosidad al vaciarse de contenido.
El tiempo vacío viscoso y pegajoso se empantana y te empantana.
Si no esperas nada por alguna razón el tiempo se llena y corre mas fluído sin adherirse a su cauce por haber disminuido su fluidez con el el vacío.
El tiempo se colma solo con la fluidez, se desborda de su cauce cuando no tiene una gota de deseperación. Transcurre liviano, con baja densidad, se eleva, te eleva.
Poseer lo esperado puede ser una desilusión.
La sorpresa de lo imprevisto siempre te sorprenderá.
Al final todo llega el asunto es saberlo esperar y después tal vez bancarse que desear es mas divertido que poseer.



Esto de querer aplicarle al tiempo propiedades de la materia siempre es como un intento vano de coherencia.

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