sábado, 25 de junio de 2011

Fiesta infantil.

Los niños inician su camino en la fe y comulgan por vez primera con la misma fe con la que creen que el amor que sienten sus padres entre ellos es para siempre.
Amerita festejo y se organiza un malón con DJ, luces psicodelicas y humo.
Se larga el baile y los niños son tentados por su deseo a jugar en el pelotero y ahí se mandan.
La animadora insiste con un "Delen vengan a bailar" que es ignorado estrepitosamente.
Un grupete de nenas ensaya la coreografía de la canción con bastante precisión.
Saco a bailar a mis hermanas que aceptan gustosas como si leyera sus mentes mejor que sus propios maridos.
Se nos cansan las tabas y subimos al Vip donde los grandes chusmean y se dan la razón mutuamente en sus opiniones prejuiciosas.
Las madres dicen que por suerte estan las animadoras de las casitas porque sino los pibes se aburren. Creen que la diversión esta en bailar solamente.
Mi vocación educadora se toma franco los sábados a lo noche y flaquean mis fuerzas para contradecirlas.
Me acomodo a observar desde el balcón a los niños.
Las animadoras lograron que los varones desistieran de su interés peloterístico y se atrevieran a bailar.
Armaron una ronda y pusieron una canción casi obscena y los chicos hacían una coreografía insinuante.
Me dio... me dio... si asco... asco es lo que sentí.
En fin.
Los varones empiezan a jugar a algo de niños posta y las animadoras empiezan a arengarlos a bailar de nuevo.
"Bailen, aunque sea entre ustedes porque el que no baila va a tener que bailar con una mujer"
Aja!
Ser gay parece que se ha puesto de moda, claro, si estar con el sexo opuesto parece que es un castigo.
Por suerte hubo que cortar la torta y salí de mi ensoñación en ese momento.
La próxima no me tengo que olvidar las cartas.

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