lunes, 1 de abril de 2013

Conducir

Llega un momento que hay que aprender a manejar un auto.
Una máquina es fácil.
Primero hay que abrir la puerta ajustar los espejos, el asiento a la altura de las circunstancias y el cinturón.
Poner la llave, apretar el embrague y darle marcha al motor.
Facilisimo.
Sacar de punto muerto y poner primera.
Soltar el embrague que conecta el motor con las ruedas y hacer andar el combo.
Mmm... lo más probable que se suelte rápido el embrague y el motor se pare.
Casi imposible que no pase esto.
Volver a intentar prestando más atención.
Más suavidad.
Mas concentración.
No cebarse aprentando el acelerador muy rápido.
No abatarse.
Fijar el rumbo.
Mirar para atrás, los costados y adelante.
No perder la vista de todos los puntos.
Ja!
Lo único que no hay que  perder es la paciencia y seguir practicando.
Al final siempre sale.
Es así.

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