miércoles, 17 de febrero de 2010

El plan

El plan.
Otra vez el plan.
No deja de sorprenderme el no plan.
No es simple ponerse en la posición de no plan.
La tentación es planificar.
Crear expectativa.
Desear es divertido.
Hay cosas que no se sabe que se quieren y no van a ocurrir nunca buscandolas basicamente porque no se va a hacer nada por obtenerlas.
Es simple.
Si se quiere algo que no se sabe que se quiere la única forma de materializarlo es el no plan.
Ahora evadirse del vicio de proyectar. Bueno... no es tarea fácil adoptar la postura.
Es en apariencia mas seguro aferrarse al deseo de lo que se sabe y tratar de modificar la realidad para que suceda.
Agotador.
Frustrante.
Uno se aferra a las dos o tres veces que algo sucedio por la manipulación real.
Pamplinas... fue la casualidad... muy poco puede hacerse de verdad con la voluntad.
Relajarse y dejarse llevar va en contra de la educación impuesta o autodidacta.
Se aprende de los aciertos y los errrores.
Pero de alguna manera la lógica prevalece y por dos aciertos que se hayan hecho, casuales seguramente se adopta la regla de preveer.
Deseducarse.
El plan es deseducarse.

El mejor plan otra vez es no tener plan.

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