viernes, 7 de octubre de 2011

Lucha sin cuartel

Es una pavada a lo mejor.
Las flasheras de las hormigas de mi casa por lo visto están en obras de ampliación.
Baldes y balde de tierra sacan todos los días.
Si fuese en el jardín no habría problema, total... las plantas se regeneran, y la tierra con el tiempo se vuelve a compactar, que se coman las pasas de uva no es oh! mirá que grave!
La macana es que su proyecto incluye mi casa como su techo impermeable y los detritos de su obra son arrojados sobre la alfombra de mis aposentos y el patio.
Es un tema de propiedad horizontal digamos.
Mi casa la planta baja, la de ellas el subsuelo.
Intente primero inundarles la suya.
Les mande agua con la manguera por lo menos diez horas de corrido, me dio lástima, me imaginaba escenas de rescate tipo Titanic con el agua entrado como cascadas a su escala.
Y... nada... las tipas nada, siguieron sacando sus tierritas a mi nivel.
Millones de viajecitos a la superficie, ininterrumpidamente, pacientemente, laboriosamente, tiki tiki tiki tiki y las montañitas crecen.
Crucé a la fumigadora de enfrente a buscar refuerzos, el fumigador conocía vida y obra de mi y me perturbo un poco.
Me dio un veneno líquido y unos palitos venenosos para que ponga en sus puertas así ellas incautas lo meten adentro y ahí revienta y las mata según me explicó.
El líquido no lo usé todavía, hay que diluirlo... que se yo, pero los palitos sí se los puse y cayeron en la trampa.
Les puse una pilita y al rato no había mas.
Tiki, tiki, tiki, tiki, se lo llevaron, pacientemente, laboriosamente...
Tengo que reconocer que no me gusta que la lucha sea así, preferiría hacer un pozo y romperles todo de un saque.
No me gusta posta, me hace sentir culpable.
Que se yo... la lucha es cruel y el mucha.
No entendieron la indirecta de la ducha.
Busqué un boticario que me de un veneno
el wiskey se hace con centeno.
Y... si hago las paces con los enemigos?

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