domingo, 26 de diciembre de 2010

Cuerpos

El verano se presta para la exibición.
El calor es la excusa.

Pileta, sol, malla, bronceador, yo con la capacidad de observar adormecida no me había dado cuenta del espectáculo.
Voy al club por la pileta y la conversación filosófica, no estando esta última me queda el recurso de la literatura, y si me canso de leer eh? Que es lo que me queda?
Mirar el ambiente, la flora y la fauna en especial la humana.

Mon Dieu!

Esos cuerpos que vi hoy, mi Dios!
En realidad estuvieron siempre yo no los había mirado.

Hay hombres que deberían usar corpiño y mujeres que tendrían que usar zunga.

Muchas mallas tendrían que venir con faja y muchas bikinis con dispositivos antigravitatorios, incluida la mía.

Los animales viejos no son tan feos, mantienen su integridad epitelial hasta el final. Debe ser que los humanos vivimos mucho mas que los que nos correspondería y pagamos este tiempo extra con la decrepitud.

No hay viejos lindos.

La cara... puede ser que la expresión experta de la vejez tenga algún encanto.

Pero los colgajos de piel del cuerpo.

Por favor! Terrible.

La deformación de la postura.
Calamitosa.

El intento inútil de recomponerlo con maquillaje.
Patético.

Concluí que no debería permitirse andar asi semidesnudo a personas de mas de 50 años.

Epa! Y yo que?

El reloj no va a parar para mi.
¿Quien me creo que soy para evitar las leyes naturales?
Nadie, una mas del montón que comparte la carga genética de la especie humana.

Lo bueno es que el apergaminamiento disimula las cicatrices quirurgicas.
La descamación natural las hace mas leves a la vista.
Consuelo.
Para nada.
Hay que disfrutar de la lozanez mientras se tenga. Para eso hay que darse cuenta a tiempo de que se esta poseyendola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario