viernes, 24 de diciembre de 2010

Experimento navideño, la flor de la higuera.
Creo que lo dejo registrado acá para no arrepentirme luego.
Las fiestas son una... como decirlo... una garcha, perdón pero es así.
Eso de tener que pasarla con alguien es un mandato que decidí no cumplir.
Ahora a menos de 24 horas de que llegue la hora de la cena de Navidad no he confirmado mi asistencia a la casa de ningún pariente o amigo y tampoco he invitado a nadie a la mía.
Si pudiera estar con alguna persona en particular podría ser. Pero todos los que conozco anexarán a alguien de su familia o amigo ajeno a mi, así que paso.
Todas las demás noches se puede pero parece ser que en la navidad no.
Cintura para el esquive: Demostrado.

¿Qué intento demostrar con mi aislación navideña?
No lo se.
En realidad quiero ver que pasa.
Hay muchas leyendas que situanse en la nochebuena.
Que la higuera muestra su flor, por ejemplo.
Tal vez se me revele algún milagro inesperado.
Tal vez no pase absolutamente nada.

Este es el momento óptimo para hacer el experimento.
Si sos muy joven tenes que dar muchas explicaciones y la preocupación ajena por tu bienestar te lapidan la experimentación.
Si sos muy grande, te tendrán lástima y te pasaran a buscar para evitarte el supuesto mal trago de pasarla consigo mismo.

Por otra parte se sentaría un precedente, en caso de ser un experimento exitoso y ya no tendría que preocuparme por el tema más.
Lo que me preocupa ahora es que se preocupen los demas.
Los demas se preocupan por preocuparse para entretenerse.
Creo que en el fondo me elevare y ese será el milagro del que nadie se dara cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario