lunes, 18 de abril de 2011

Reset

Tenes una máquina desde el siglo pasado.
Le fuiste cargando tus fotos, tus libros, tus programas, tus frases predeterminadas, tus contraseñas, tus iconos, tus troyanos dominados, es un desorden solo entendido por vos.
Un dia aburrido te compras otra nueva.
Liviana, portátil con todo nuevo. Lo último de lo último.
Un botón hace lo que hacías antes en cinco pasos.
Es fría. Esta vacía de contenido.
Lo primero que queres hacer es que se parezca en apariencia a la vieja.
Le pones el mismo fondo de pantalla. Los mismos colores, la automatizas para que haga lo mismo.
Cada tanto prendés la otra para mirar las fotos, leer tus escritos, tus cartas viejas, el antes de la actualización.
Cargas tus cosas preferidas en una tarjeta y lo copias de nuevo.
No podes borrar todo.
Te da cosa poner delete Fue.
Decir: Fueron esas fotos fuera de foco, fueron esas cartas sin respuesta, fueron esos libros que leíste hasta la mitad, fueron esos poemas que te parecieron muy simples.
Es imposible desprenderse de los errores y los sueños inconclusos.
Te gusta tenerlos aunque sea escondidos para encontrarlos de tanto en tanto y ver si te pueden servir para algo o si ahora con mas datos sos capaz de arreglarlos.
Alternas entre la vieja y la nueva.
La vieja te sirve de excusa. "No, sabés que... eso esta en la otra, despúes me fijo si lo encuentro".
Mentira, sabés perfectamente donde esta y no lo querés traer a la luz porque te da miedo encontrarte con cosas de las que no te queres acordar.
En vano compraste otra, fue la ilusión que las cosas serían mas fáciles y es lo mismo o mas engorroso.
Si no te decidis por una vas a estar en la misma siempre.
Formateá.
Reseteá.
Si pudiste purificar tu entorno no permitas la entrada de un nuevo virus.
Los símbolos me parten la cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario