martes, 22 de marzo de 2011

Jugar

Jugar en serio a hacer todo lo que se hace.
Jugar a la maestra mientras la traspiración arma un pasticho con la tiza pegada a la frente y el ventilador de techo lo seca dejando una patina que produce picazón.
Jugar a las escondidas con los que se quiere evitar la compañia.
Jugar a la mancha y dar un toque inocente que transmite la peste falsa.
Jugar al taxista y darle un aventón a un desconocido.
Jugar doctor y hacer de psiquiatra.
Jugar al chef y hacer unos sanguches.
Jugar al abogado y mandar al horno a todos.
Jugar a la mamá para malcriar a alguien.
Jugar a las visitas y no ver a nadie nunca.
Jugar al negocio para perder plata.
Jugar al casamiento y casarse con un primo o una prima.
Jugar a la misa y dar un sermón con la sábana blanca de la abuela y la corbata roja del padre.
Jugar ridículamente a eso no me importa nada cuando eso es lo mas importante en realidad.

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