martes, 24 de mayo de 2011

Walter trae facturas.

Mi parpadeante inspiración galáctica, cósmica, solar, etérea vuela libre como un libélula y contempla una estrella amarilla que fulgura sobre un fondo azul ácido.
Pide paz en su contemplación.
La paz naranja se concreta y fluye liviana hasta un alma herida que la recibe con alivio.
En señal de gratitud la refleja potenciada a un fantasma marrón amargo que pena.
El fantasma pacificado muere definitivamente y se convierte en un ángel blanco que se ubica a mis espaldas para protejerme de la tentación.
Sueño que vuelo sobre un prado con vacas que pastan tranquilas en un país que las venera.
Me despertaría pero me gusta mas estar así, sin andar pensando mucho.

Para vos que te queres reír un poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario